7.11.08

Bachelet y Obama
Como Barak Obama, la figura de la presidenta en su comienzo me inspiró la posibilidad de una profunda reconciliación Nacional. Vivo en Estados Unidos desde hace un par de meses y comparto departamento con un africano con quién comentábamos ayer el sentimiento de orgullo nacional que se percibía en el ambiente. Son nuevos aires que sellan heridas y cierran un ciclo comenzado sangrientamente con la Guerra Civil. Obama representa la mezcla de razas, la esperanza y la posibilidad del sueño Americano. Es una figura cargada de contenido que le da la autoridad moral para sanar las heridas e inspirar a toda una generación. Similarmente la figura de la Presidenta plasma la imagen de la mujer chilena, tantas veces postergada, y además la carga moral de una persona que había sufrido durante el Gobierno Militar. Su imagen presentaba la indiscutible oportunidad de conciliar las heridas de la nación. Sin embargo, durante su gobierno repetidos hitos han tratado de profundizar esa división, anclados en la convicción que su único capital político es haber derrotado en las elecciones al Gobierno Militar. Este hito que ocurrió más de 20 años atrás generó la unidad de la Concertación, pero ya está desgastado, y no es capaz de mantener unida a la coalición. Y luego se preguntan ¿por qué los jóvenes y la nación entera está desencantada con la nuestra política?. Leo hoy que nuevamente dejó pasar la oportunidad de revindicar la imagen de la Concertación, como una coalición de futuro al anunciar su inasistencia a la inauguración del memorial de Jaime Guzmán. Barak representa el término de una lucha social, y una nueva mirada al futuro. Es un signo de los tiempos. Su campaña inspiradora, y motivadora es una gran lección para los políticos chilenos. Deben mirar el futuro, reencantar a los chilenos con la capacidad de realizar sus sueños, pensar en grande y en un futuro mejor. Nuestra presidenta decidió restarse la posibilidad de encarnar el reencuentro político, y el alma del Chile. Señores políticos, no desperdicien este tipo de oportunidades. Habrá argumentos más o argumentos menos, todos cargados de tinte partidista que ya tiene cansados a lectores y chilenos todos. Obama señala al igual que en su momento Martin Luther King la urgencia del tiempo presente, el tiempo para hacer cambios. Por favor, no sigan desperdiciando oportunidades como éstas.

Fernando Cerda


2 comentarios:

Unknown dijo...

Me parece interesante tu opinión Fernando y creo al igual que tu, que en nuestro país nos hacen falta políticos con "algo de fondo", con propuestas de valor concretas para los electores. Las elecciones municipales nuevamente para decepción de tantos jóvenes fueron una mera campaña de marketing donde las propuestas de valor quedaron relegadas a segundo o tercer plano. En verdad creo que necesitamos íconos políticos como los de antaño, que vivían y encarnaban un ideal común. Barack Obama logró representar esto y por eso ganó. Lamentablemente en el caso de Michelle, quedamos con gusto a poco porque ella jamás tuvo "propuestas de valor" concretas.

Anónimo dijo...

El peligro de la ilusión

Como muchas personas en el mundo, y especialmente en Estados Unidos, la elección de Barak Obama me llenó de alegría e ilusiones. Es una elección no solo de un gran orador y una gran persona, sino que una muestra explícita de que Estados Unidos, y gran parte del mundo, está dispuesto a ver las cosas de una forma distinta.

De alguna forma la Elección de Michelle Bachelet también reflejó un gran cambio para Chile. El día de su elección, mujeres de todas las edades salieron a las calles con la banda presidencial, mostrando gran orgullo de ser mujer y un sentimiento nacional de que la discriminación de un país claramente machista se está empezando a derrumbar.

Pero si vemos lo que ha pasado en los últimos dos años con la popularidad de Michelle Bachelet ha decaído de forma abrupta. De un inicial 62% al inicio de su gobierno, la presidenta no ha podido pasar la barrera del 50% desde el año 2007, llegando incluso a un mínimo de un 35%.

Barak Obama está en un momento extraordinario, pero no hay duda alguna que los años que se vienen no serán sencillos para él. Creo que es importante apreciar el valor de lo que su elección significa, pero se cautelosos con lo que la presión de la crisis económica, el retiro de las tropas de Irak y el gran trabajo que implica reconectar a los Estados Unidos con el resto del mundo puede significar.